jueves, 5 de abril de 2012

El librero

      Hace poco tuve la oportunidad de trabajar en una librería como vendedor justamente de libros y de artículos de librería. Repetidas veces me topé con clientes poco pensantes o que ignoraban parcial o completamente lo que buscaban. Fueron varias las veces que quise mandar a esa gente a un lugar no tan cerca.


Caso 1: El que no sabe que quiere
"Hola, para lengua, Prácticas del lenguaje..." o "Si, el libro rojo de Kapeluz..." (se quedan congelados como si con esos datos les puedo dar un libro. ¿No se dan Que hay como 70 libros con esas características?


Caso 2: El teléfono
Múltiples casos se presentan con las llamadas constantes. Aquí va uno:
-"La Dorita" (nombre de la librería) buenas tardes.
-Hola, ¿"La Dorita"?.
-No boluda, una casa fúnebre. (Para que digo con quién te comunicás si me lo vas a volver a preguntar?


Caso 3: El Salame
(Dentro de la librería):
-Hola, ¿Venden libros?
No, están de decoración salame, nos los comemos a fin de año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario