La semana pasada fue mi cumpleaños, hace como un año que no cumplía años, ya comenzaba a sentirme raro. Este fue bastante especial porque es el Nº 18. Hoy ya no hacen falta documentos truchos o irregularidades, ya es todo legal.
Y hay cosas que se repiten todos los cumpleaños. Por un día sos vos el que atiende siempre el teléfono, el que recibe cientos de firmas en el muro con frases que dificilmente encuentres diferentes ya que la mayoría no sabe que escribir, se fijan en lo que escribió el de abajo para no copiarse o si hacerlo y terminar una buena frase. Te preguntan que querés recibir como regalo, que querés comer, con quién te querés acostar (no joda).
Son incómodos esos llamados o conversaciones con gente que quizás no acompañan tu diario tranginar o tal vez si, pero uno no sabe de que hablar. Nos preguntan cuantos años cumplimos, nos tiran el clásico comentario acerca de el estado meteorológico y la influencia de nuestro comportamiento en este ("Parece que te portaste mal eh..."). O el más materialista que pregunta que nos regalaron.
Y hay cosas que se repiten todos los cumpleaños. Por un día sos vos el que atiende siempre el teléfono, el que recibe cientos de firmas en el muro con frases que dificilmente encuentres diferentes ya que la mayoría no sabe que escribir, se fijan en lo que escribió el de abajo para no copiarse o si hacerlo y terminar una buena frase. Te preguntan que querés recibir como regalo, que querés comer, con quién te querés acostar (no joda).
Son incómodos esos llamados o conversaciones con gente que quizás no acompañan tu diario tranginar o tal vez si, pero uno no sabe de que hablar. Nos preguntan cuantos años cumplimos, nos tiran el clásico comentario acerca de el estado meteorológico y la influencia de nuestro comportamiento en este ("Parece que te portaste mal eh..."). O el más materialista que pregunta que nos regalaron.
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